Consiste en compartir una instalación de autoconsumo solar entre varios propietarios. Es la fórmula más apropiada para comunidades de propietarios, polígonos industriales, urbanizaciones y población rural.
En el autoconsumo individual la energía generada que no sale del contador es la que no se cobra. En el colectivo, al ser una «fórmula lógica de reparto», la parte proporcional correspondiente a cada propietario de la energía producida es la que se descontará en la factura de la luz.
En la factura de energía del autoconsumo individual no aparece la energía generada consumida; sí aparecerán los excedentes.
En la factura de energía del autoconsumo colectivo sí aparece la parte proporcional de generación correspondiente a cada propietario.
O sea, un lío importante difícil de cotejar y verificar, al estilo del contrato de los hermanos Marx…
En el autoconsumo colectivo no se percibirá este descuento hasta que no se haya implementado informáticamene el reparto que debería hacer la compañía distribuidora y enviar a la comercializadora. Por tanto, hay que armarse de paciencia hasta que esto se produzca.
Una alternativa interesante para poder gestionar la energía generada en el autoconsumo colectivo de comunidades de propietarios con centralización de contadores es instalar contadores privados y gestionar internamente el reparto de energía. Esta tarea la puede hacer el administrador de la finca si dispone con su ERP de gestión de recibos y consumos.